Leyenda de los Cinco Anillos  
 
  El Templo Maldito de Amateratsu 19-05-2024 02:31 (UTC)
   
 
- Las Legiones están en el Sur. Al parecer creen que su respuesta yace en el Cangrejo

- Ya veo. Has hecho bien, no podría haber esperado menos de mi hija. Creo que es momento de - antes de que pudiera levantarse, el hombre conocido como Ossai observó la cara de consternación de su hija y se detuvo en el acto - ¿Acaso ocurre algo, hija?

- Es uno de los escuadrones, padre mío. Al parecer aún se encuentra en el Norte. No he podido averiguar más de ellos, salvo algunos comentarios demasiado fantasiosos para ser ciertos. Al fin y al cabo, son escuadrones del Emperador... sería imposible que - la mirada de ambos se cruzaron. La cara de un padre había cambiado en Ossai, y ahora tan sólo tenía la expresión de un general. Su hija no sabía que hacer, ya que a pesar de todo, tan sólo había escuchado rumores. Aún así, tomando aire, decidió contárselo - Se dice que algunos de los integrantes del treceavo escuadrón son... son Maho, y que han invocado demonios desde el mismo Jigoku para quemar a quienes se interponen en su paso.

El rostro de Ossai permanecía serio. Su hija, sin embargo, no levantaba la mirada del suelo, temiendo que su padre le reprimiese por traer noticias que tan solo un campesino se atrevería a creer. Sin embargo, tan solo el silencio llenaba la habitación. Los minutos pasaban, y el rostro de Ossai se mantenía inalterable, tan sólo el sutil ruido de sus hombres entrenando le permitía saber a su hija que el tiempo no se había detenido.

- He escuchado esa historia - dijo finalmente el hombre - y no creas que tan sólo los campesinos hablan de ese hombre. Un hombre del Dragón a dado su palabra acerca del suceso, y lo ha hecho de tal forma, que no me ha cabido ninguna duda.

Ossai se levantó de su trono, y se dirigió al otro lado de la habitación lenta y elegantemente. Su hija levanto lentamente la cabeza, y observó como su padre parecía flotar mientras avanzaba hacía la máscara que se encontraba al otro lado de la habitación. Cada vez que veía aquella máscara, un escalofrío recorría su espalda y debía desviar la mirada. Todo que le habían enseñado durante su entrenamiento en la casa Isawa había sido vilmente desafiado por su padre. Pero ella creía en él, en Ossai, el único hombre con la fuerza para detener las horribles profecías del Dragón que irrumpió en la corte Imperial.

Varios años atrás todo había empezado, y aún recordaba el rostro de su padre cuando encontró aquella máscara. Eran recuerdos tristes para Ossai, pues su hermano, su propia sangre, había dirigido su arma en contra de él aquel día...

- ¡Debemos destruir esta blasfemia! ¡Conoces muy bien nuestras enseñanzas, hermano! - Gritaba temeroso Mirumoto Kuroro

Él las conocía, las conocía muy bien. Y justamente aquella era la razón de conservar aquella máscara. Había estudiado los pergaminos secretos de varias familias durante años, y si alguien supiese lo que él sabía, probablemente hace muchos años le habrían cortado la cabeza. Pero nadie nunca supo, el supo cuidar muy bien sus huellas... y su hermano era tan sólo otra huella que debía eliminar...

- Padre... ¿qué has hecho? - preguntó la desdichada hija al ver a su tío en el suelo

- Esto, hija mía, es todo lo que necesita el Imperio para florecer como una flor de loto - la mirada de su padre estaba llena de un fuego que jamás había visto - Con esto, lograremos que el mundo sea lo que debe ser... - y mientras la mirada impávida de su hija seguía en el cadáver de su tío, el hombre, hasta entonces conocido como Kitsuki Kaiso, se puso la máscara en el rostro...

Un grito horrible llenó todo el lugar. Les había tomado meses encontrar aquel templo, al cual habían llegado a causa de un pergamino perdido por generaciones. El tiempo pareció congelarse para todos, cuando el se quitó la máscara

- ¿Padre? - preguntó su hija, con lágrimas en sus ojos

- Si hija, soy yo... - decía el hombre con un rostro diferente. En sus ojos se veía que había vivido años, mucho más de los que un humano normal podría vivir. Al ver el rostro dubitativo de su hija, con una sonrisa se dirigió a ella - No temas. Ya no soy el hombre que recuerdas, pero sigo siendo tu padre.

Desde la entrada, un de los hombres del Magistrado entró agitado

- Kaiso Sama, ¿qué ha ocurrido? - pregunto casi sin aliento

- ¿Kaiso?... no hermano mio... no me llames Kaiso... porque a partir de hoy todos me conocerán como Ossai... - y con una risa llena de satisfacción, Ossai abandonó el pequeño templo con la máscara en mano, dejando atrás a un samurai conmocionado, y una hija decidida a seguir a su padre, y el cuerpo de un hermano, el cual aún conservaba las lágrimas en su rostro, y en su aferrado en su mano, el pérgamino que les había llevado a ese lugar, el pergamino que había ocasionado su muerte, un pergamino viejo y olvidado, cuyas instrucciones casi borradas a causa del tiempo, les había permitido llegar al Templo Prohibido de Amateratsu...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  Bienvenidos!!
WenasS
Leyenda de los Cinco Anillos - Rokumon Sen.. Ha sido desarrollada bajo las heroicas acciones de cientos de personajes y decenas de jugadores..
espero la disfruten..
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Kampai!!
SaludosS - Namarië
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