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Después de que el primer Hantei ganara el derecho a ser el Supremo Emperador sobre los hombres y mujeres de Rokugan, se dedicó a hacer de la tierra un lugar apto para gobernar. Para ayudarles en su tarea, recurrió a su hermana, Dama Doji, puesto que su apariencia y sabiduría en las pruebas habían demostrado con creces su mérito.
Doji quedó junto a su hermano y juntos crearon el sistema de castas de hinin, heimin y samurai. La tierra fue dividida entre su hermanos y hermanas. Hantei eligió sólo la llanura sobre la que había caído, Otosan Uchi. Mientras construía el Palacio Imperial, empezó a formarse una ciudad en la llanura, y gente de todas partes de Rokugan viajaron hasta allí para ver el palacio de su nuevo Emperador.
Cuando estuvo hecho, una gran ciudad se alzaba en la antes vacías llanuras, llena con sus estructuras artísticas de la sociedad de Rokugan y la elegancia de la civilización. El Emperador promovió una gran celebración en la ciudad, decorándolas con linternas de papel y disputándose pruebas de habilidad y fuerza. Una de estas pruebas fue para determinar el Campeón personal del Emperador. Matsu, seguidora de Akodo, entró en pugna, y muchos creyeron que ganaría con facilidad. Sin embargo, un hombre de las provincias del lejano norte también acudió, y su espada era mas rápida y mordaz que una serpiente. Hablaba poco, y se inclinaba respetuosamente ante sus oponentes después de cada duelo. Ningún hombre podía igualar su habilidad, y por ultimo hasta la gran Matsu cayó al suelo desarmada y derrotada. A diferencia de con el resto, el hombre no se inclinó ante su oponente caída, y simplemente se apartó para permitirle alzarse.
El Emperador se sintió complacido de ver tanta habilidad, e hizo que el hombre fuera llevado a su lado. Matsu rugió un desafío y afirmó que era un insulto que el hombre no la hubiera tratado con respeto tras el duelo. El Emperador preguntó al hombre si era así, y este replicó:
“No traté con respeto a Matsu-san, porque tu no me trataste a mi ni a ningún otro oponente con respeto de esa forma. Crees que los hijos del León no tienen razón alguna respetar a los hombres comunes. Pero te digo esto: podemos ser hijos de la Tierra, pero no somos menos que tú. Vivimos y morimos como vosotros. No aplastados bajo vuestros pies.”
Con respeto el hombre se inclinó ante el Emperador y se ofreció a cometer seppuku por sus duras palabras. Pero para desmayo de Matsu, Hantei sonrió.
“Mi nuevo Campeón tiene razón, por su puesto” - empezó.
“La gente de Rokugan puede necesitarnos, pero también nosotros les necesitamos. Ve en paz, hermana de los León. Este es un día de celebración, no de guerra. Que se sepa que de este día en adelante, el Campeón de Emperador también es el campeón del pueblo, y está a cargo de su cuidado.”
Matsu alzó su katana envainada y apunto al nuevo Campeón.
“Y desde esté día en adelante, habrá enemistad entre nosotros, hombrecillo. Recuérdalo".
“Mi nombre” - dijo el hombre tranquilamente - “es Kakita”.
El Emperador y su nuevo Campeón pasaron muchas horas conversando mientras el sol se ponía y pronto ambos hombre se hicieron buenos amigos. Como señal de confianza en Kakita y su de fortalecer los lazos entre ellos, el Emperador le ofreció a su propia hermana, Doji, en matrimonio. Dama Doji escuchó la oferta, y la aceptación de Kakita. Al principio rechazó la orden de casarse con un mortal, y en vez de ello cometer seppuku. Sin embargo, pronto tuvo otra idea. Dama Doji acudió al lado del Emperador, inclinándose profundamente ante él. Como símbolo de su matrimonio, Doji pidió hacer una prueba a su futuro marido. “Solo deseo tres pequeñas cosas.” - Dama Doji sonrió encantadoramente y se abanico suavemente.
“Primero.. sé que eres un hombre sabio, y deseo que el mundo comparta esta sabiduría. Estoy segura que puedes dar vida a lo muertos el día de nuestra boda.” - La sonrisa de Kakita empezó a desvanecerse ante sus palabras, pero ella continuó.
“Segundo.. sé que eres un hombre culto. Para mejorar la educación de toda la gente de Rokugan, deseo que expliques a la corte cómo es de grade el mundo y cuanto día lleva cruzarlo de punta a punta." - Kakita se mordió el labio inferior.
"Y por ultimo, un regalo final, tráeme al de belleza perfecta. Un día de boda es tiempo de hermosura y celebración, por lo que deseo que me traigas algo cuya belleza no pueda ser cuestionada.”
De esta forma, Dama Doji pensaba liberarse de su pretendiente indigno. Pero Kakita se había enamorado de ella, y estaba determinado a no ser derrotado fácilmente. Suplicó a Hantei permiso para hallar la respuesta a las respuestas de estos enigmas. Con desgana, el Emperador permitió a Kakita dejar Otosan Uchi. Antes de partir, Kakita acudió a la habitaciones de Dama Doji y explicó a su prometida que deseaba dejar a su hermana bajo su tutela como dama de compañía. La puerta no se movió pero oyó la risa de las doncellas.
Kakita viajo por Rokugan durante semanas, buscando respuesta a su búsqueda. Pero parecía que no había ninguna. Ningún hombre había viajado nunca hasta el fin del mundo, y no era posible dar vida a la muerte según los Shugenja Fénix. Sin embargo, Kakita no se rindió, y siguió viajando. Cuando llego a tierras León fue expulsado con duras palabras y amenazas, puesto que no habían olvidado su trato a su daimyo. Kakita caminó por todo el territorio hasta el océano. Cuando lo alcanzó, vio un pequeño pueblo de pescadores asentado bajo un alto risco mirando el mar.
Kakita fue al pueblo y habló con su gente. Cuando les habló de su busca, le indicaron una pequeña cabaña al lado de la colina, y le dijeron que preguntara a la vieja del pueblo y a su hijo. El hijo, Torikago, llamó a Kakita por su nombre, inclinándose educadamente. Con una sonrisa, el pescador dijo que su madre había hablado de Kakita y que sabría que vendría. Sorprendido, Kakita entró en la cabaña y vio a una anciana sentada sobre una suave almohadón, fumando una narguile. El interior de la cabaña era lujoso, como suaves almohadones y muebles hermosamente tallados. La mujer sonrió a Kakita y le ofreció un lugar en el que sentarse y un cuenco de buen arroz. Se rió ante su confusión, y le habló.
El nombre de la mujer era Yasuki, y tenia el raro don de la premonición bajo su instrucciones el pueblo se había convertido en el más prospero de Rokugan. Desafortunadamente, no tenia samurai que gobernaran y defendieran sus riquezas de la envidia de los vecinos. Yasuki estaba dispuesta a ayudar a Kakita a lograr su objetivo.. por un precio. Su hijo, era un buen hombre, excepto que con las espada igual que con las finanzas. Necesitaba una buena esposa y algunos hijos que pudieran convertirse en samurai. Seguramente Kakita sabría como podría lograrse eso. Quizá Kakita y su nueva esposa pudieran acudir a vivir en el risco sobre su pueblo, y muchas doncellas vendrían a visitarles. Con el tiempo, una de las nobles hijas, podría consentir en casarse con el hijo de Yasuki...
Con sorpresa, Kakita se rió de la propuestas escandalosas de la mujer. “¿Casarse una doncella samurai con un pescador?”. Pero Yasuki sólo formo una delicado anillo de humo.
“¿Tan osado como que un samurai común se case con la hija de una Diosa?”.
Kakita rió de nuevo, y aceptó lo términos de la mujer. Durante dos días, vivió con Yasuki y su hijo y aprendió cómo tener éxito en su búsqueda. Cuando lo supo, partió hacia Otosan Uchi.
En Rokugan hay una antigua creencia que dice que los gemelos nacen “compartiendo el alma” y que algunos gemelos son réplicas exactas porque el alma no pudo separarse del todo en su nacimiento. Kakita y su hermana gemela, Kiyamori, eran dos almas de estas.
En el palacio, la hermana de Kakita, Kiyamori, permanecía junto a Dama Doji sirviéndola como le habían indicado. Kiyamori pasó muchos días hablando a Doji sobre las hazañas heroicas que Kakita había realizado de camino hacia el desafío Imperial. Cada día, Doji caminaba por los jardines imperiales con Kiyamori a su lado, y cada día Doji se oponía un poco menos a la boda. Pronto empezó a desear el regreso de Kakita.
Cuando Kakita llegó al palacio del Emperador, Dama Doji fue convocada y la corte observó expectante para ver el resultado de la famosa búsqueda de Kakita. Aunque Doji intentó actuar con tanta arrogancia y confianza como antes, su mirada bajo hasta el suelo cuando Kakita se inclinó educadamente ante ella. Kiyamori sonrió levemente desde la sala de audiencia.
“Primero, prometida mía” - empezó Kakita - “me pediste que llevara vida a la muerte en el día de nuestra boda”.
De una pequeña bolsa, Kakita saco un pesazo de madera desgastada.
“Encontré esto en la playa de un pequeño pueblo de pescadores, a muchas millas de los bosques. Está muerto hace mucho, desde un invierno que lo arrancó de su árbol madre y lo lanzó al océano. Flotó durante estaciones, seco y sin vida en las lluvias estivales. Ciertamente, está calificado.”
Mientras un divertido Hantei alzaba una ceja con curiosidad. Kakita extrajo instrumento con cuerda de su bolsa.
“De un pedazo de madera que encontré, he creado este regalo.” Con gentiles dedos, Kakita evocó una melodía de amor de la biwa, el primero de tales instrumentos creados en Rokugan. La biwa creo notas puras y sonoras en el palacio. En todas partes donde se oyó la música, la gente se detuvo para escuchar maravillada la belleza de la pieza. Cuando acabó, nadie pudo discutir que la biwa había cobrado vida. Dama Doji sólo pudo asentir.
“Segundo, gentil hija de Amaterasu, me pediste que contara cómo es de grande el mundo y cuanto se tardaría en llegar de un extremo a otro. La respuesta a la pregunta no esta en el viaje, sino en la compañía de uno. Si un hombre despertara cuando sale el sol sobre el mar y viajará junto a tu madre, seguramente se encontraría al otro lado cuando ella buscara descanso en las tierras occidentales.”
La corte sonrió y Hantei tuvo que esforzarse en contener la risa ante tan elocuente respuesta, y ocultó su sonrisa tras un abanico rápidamente alzado.
Kakita sonrió a Doji y continuó:
“Por ultimo, mi señora, me pediste que te trajera un ejemplo de belleza perfecta.. una belleza que no tuviera parangón, ni siquiera en ti.”
Kakita cogió de nuevo su bolsa y hubo un sutil murmullo en la corte.
“Fue difícil, mi señora, encontrar la cosa mas hermosa de Rokugan, pero creo que puedo mostrártela.”
Con las manos cerradas, extrajo el objeto final de su bolsa y lo sostuvo ante ella. Dama Doji lo miró inquisitivamente, y Kakita abrió su mano.
Sosteniendo cuidadosamente entre los dedos de Kakita había un pequeño espejo dorado, situado de forma que Dama Doji pudiera ver su propio reflejo. El corazón de Dama Doji estaba totalmente ganado. La boda de Kakita y Doji se celebró inmediatamente, y los festejos duraron siete días.
En cuanto a Yasuki y su pueblo de pescadores, ahora es el hogar de Yufuku na Heigen Toshi, un enorme puerto comercial en un río cerca de Kyuden Doji. El hijo de Yasuki se casó poco después con la hermana gemela de Kakita, Kiyamori. En el pueblo de pescadores, se construyó una capilla a los ancestros se la casa Yasuki en lugar de la cabaña. Trescientos años después, cuando los Yasuki traicionaron su alianza con el Clan de la Grulla, el Daimyo Doji ordenó que la capilla fuera destruida, piedra por piedra, y lanzada al mar. La tierra en la que se alzaba la casa ha sido reclamada y ahora no es nada más que polvo y matojos. |
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